Somos necios cuando nuestro corazón no logra acoger tu Palabra para hacerla vida. No son pocas las veces que preferimos imponernos y hacer valer nuestra supuesta "autoridad". Nos gusta pelear y lastimarnos entre nosotros mismos, poner en evidencia a los demás y juzgarlos desde nuestras proyecciones, frustraciones, traumas y miedos. Así no se puede ser cristiano.
¿No hemos recibido, acaso, la misericordia de Dios? ¿No hemos sido juzgados con amor por Aquel que es Amor? ¿Por qué, entonces, nos cuesta hacerlo con nuestros hermanos? Decimos amar tanto a la Iglesia y la seguimos lastimando en los más pobres, indefensos y faltos de misericordia y perdón.
Que nuestras oraciones nos ayuden a darnos cuenta de lo que fuimos o hicimos, y con ello nos de pena la manera en cómo tratamos a nuestros hermanos. Que sea la misericordia, la verdadera fraternidad y el amor al hermano lo que nos mueva para ser comunidad verdaderamente cristiana.
Fray Pedro
Gracias Pedro muy hermosa reflexión
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