SER DISCÍPULO SABIO
Texto: Mateo 8, 18-22
Seguirte no es cosa fácil, Señor. Ser tu discípulo es similar a un cirio que se enciende con una luz perfecta, de tal manera que no se consume enseguida ni deja a oscuras a quienes alumbra.
Hoy quiero pedirte sabiduría para no ser un cristiano fanático que se consuma enseguida por precipitarme, por no saber escuchar, por no darme tiempo para el silencio o para orar. Por agobiar a los demás con mis premuras y ahuyentar a los que se acercan a ti.
También quiero pedirte fortaleza para no ser un cristiano tibio que se apaga con cualquier contrariedad, que se desanima a la primera, que quiere salir huyendo del compromiso, que le da miedo amar y buscar a los demás.
Quiero seguirte, Señor. Enséñame cómo. Ayúdame a aprender de ti y de tu linda Madre María quien supo realmente entender el amor que predicaste.
Fray Pedro.
Qué bonitas palabras. Gracias por compartir, por tocar mi corazón.
ResponderEliminar