CONVENCIDO POR EL REINO
El cristiano tiene como misión no tanto parecerse a Cristo sino ser otro Cristo para la humanidad. Su testimonio, a través de su vida, lo hace ser veraz en su misión. No se conforma con ritos externos ni rezos vacíos que tranquilizan conciencia.
Se necesita convicción para impregnar nuestras realidades de Cristo. Se necesita ser sagaz para no sucumbir ante la hipocresía y envidia del mundo. Hay que estar dispuestos a sacrificar comodidades, relaciones, parentescos y seguridades. Salir de la mediocridad es una exigencia para el que quiere predicar a Cristo.
¿Fácil? Nunca. Pero, si no luchamos día a día por lograrlo, al final viviremos nuestro arrepentimiento por no haberlo intentado siquiera.
Fray Pedro.
Comentarios
Publicar un comentario