El deseo de contemplar tu Gloria, Señor, va más allá de ser testigo ocular. Contemplar significa ajustar, afinar, emparentar. Contemplar tu Gloria es el deseo que tiene mi corazón de latir al ritmo del tuyo. Necesito saber escuchar los latidos de tu Corazón para lograr verte en mi realidad.
Darme cuenta de que tu Gloria impregna cielo y tierra es abrirme a la experiencia de dejarme sorprender por Ti, de tal forma que mis palabras siempre canten las maravillas que haces por nosotros y en nosotros.
Soy profeta tuyo, Señor. Déjame contemplarte y compartir lo contemplado con los demás.
Fray Pedro
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