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Mostrando entradas de agosto, 2018

QUE NO SE APAGUE MI LÁMPARA

Evangelio según san Mateo (25, 1-13) Señor, la vida me lleva tan aprisa que muchas veces descuido la Luz que llevo dentro. Mis problemas, mis miedos, mis preocupaciones, mis culpas y mentiras van sofocando la llama de tu presencia en mi interior. Sólo yo soy responsable de esa llama, sólo yo sé cuán fuerte o débil está, sólo yo puedo cuidarla y sólo yo seré responsable de dejarla apagar quedando en la oscuridad de la desesperación, de la culpa y del sinsentido. Quítame la necedad, Señor, y dame sensatez para cuidar de esa Luz. Que mi oración y mis encuentros contigo en el silencio la alimenten para que nunca se apague, ni en los momentos más difíciles, de tal manera que la alegría de saberme iluminado por ti me llene de fuerza para seguir adelante en la predicación del Cielo. Fray Pedro

VELARÉ CONTIGO, SEÑOR

Mateo 24, 42-51 Soy tan frágil, Señor, hecho de barro que se rompe y aún así has puesto en mi interior un gran tesoro: tu Amor y tu Gracia. Ante los momentos de miedo y zozobra, ante el sinsentido de la vida, en medio de la soledad y la oscuridad o inmerso ya en el pecado, quiero volver mis ojos a ti, Señor, cuidar nuestra amistad, dejar a un lado la vergüenza y la culpa y ocuparme de disfrutarte cada instante de mi vida. Ayúdame con tu Espíritu a velar, a cuidar, a mirarte en todo y en todos y no dejar que ni un día de mi vida se me vaya sin disfrutar de tu presencia que sana, que abraza, que salva. Fray Pedro

CUMPLIR TU LEY AMANDO

Mateo 23, 23-26 ¡Cuánto esmero por cumplir, Señor! En ocasiones creo que cumplo más por miedo o conveniencia. Cumplo normas para ganarme tu Amor y para que me quieras más. Se me olvida que sólo amando se puede cumplir tu Ley. Ayúdame a cumplir, no por miedo, sino por amor, no por conveniencia, sino con compasión, de tal modo que amando cumpla y cumpla amando, libre de una apariencia y convencido de tu sentir en mi corazón. Fray Pedro

HACERME POBRE PARA SEGUIRTE

Evangelio según san Mateo 19, 23-30 "Difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos"  El "rico" al que se refiere Jesús es aquél que se llena de ataduras que no lo dejan realmente vivir al estilo de Nuestro Señor. El "rico" es el que se harta de chismes, envidias, injusticias, mentiras, dependencias, soberbia y actitudes que lastiman a los demás. Por eso es preferible la pobreza, no necesariamente material, sino de ataduras y actitudes que me destruyen a mí y a los que me rodean.  Qué iluso soy, Señor, si me creo pobre y mi corazón es rico en mentiras y odio. Ayúdame a hacerme realmente pobre para que la humildad, la solidaridad, la compasión, la alegría y el amor impregnen todo mi ser y mi realidad, y de esta manera pueda seguirte y vivir el Cielo. Fray Pedro.

LIBERARME DE ATADURAS

Evangelio según san Mateo 19, 16-22 Me doy cuenta que me esfuerzo por cumplir tus preceptos pero también caigo en cuenta que no sólo por cumplirlos ya soy tu discípulo. Te gusta mi esfuerzo, nunca me lo reprochas, pero todos los días me pides que libere mi corazón de aquello que me atrapa, que me entristece, que me coloca en comodidades pasajeras, que me da seguridad incierta y una felicidad de caricatura. Sólo liberando mi corazón, del miedo de ponerlo todo en tus manos, podré gozar de una auténtica experiencia de libertad para seguirte y disfrutar del Cielo. Fray Pedro

VIVIRÉ POR TI, SEÑOR

Evangelio según san Juan 6, 51-58 Hoy podría ser el último día que tenga para convencerme de que no debería dejar ir mi vida nada más así. Hoy quiero ser sensato y aprovechar para llenarme de tu Espíritu. Hoy renuevo mi deseo de esforzarme para que lo que tu enseñaste, lo que tú dijiste, como tú miraste, como tú perdonaste y amaste encuentre en mí una prolongación de tu hacer. Quiero Vivir "siempre" siendo consanguíneo a ti, Señor, y que mi carne manifieste lo que siempre has sido Tú. Mi compromiso lo he de expresar con mi estilo de vida pues en mis venas corre también tu sangre y en mi carne han de encontrar el reflejo de Ti. Fray Pedro

CORAZONES TERCOS SIN CIELO

CORAZONES DUROS SIN FELICIDAD Mateo 19, 3-12 ¡Cuán terco puede ser mi corazón para rechazar el Cielo! Cuando lo hago de piedra para no perdonar, cuando lo hago insensible para no compadecerme, cuando no lo escucho para no comprometerme, cuando late para sí mismo para no compartir. Lo único que gano con un corazón terco es la pérdida del Cielo y provoco que otros pierdan la esperanza de vivirlo.  Endereza, Señor, mi corazón de tal manera que pueda descubrir el Cielo que cada día me regalas para ser feliz y hacer feliz a los demás. Fray Pedro

HISTORIA DE MARÍA, HISTORIA DE LA HUMANIDAD

Evangelio según san Lucas 1, 39-56 Desde que aceptaste, con ese "sí", ser la Madre de Dios, tu vida estuvo llena de sobresaltos, de peligros, de intrigas. Pudiste haber muerto lapidada. Nadie te hospedó cuando más lo necesitaste. Te preocupaste como madre cuando lo perdiste y finalmente lo encontraste. Seguro fuiste criticada.  Lo escuchaste predicar, lo viste festejar, te dolió verlo llorar. Firme ante la atrocidad de ver cómo te lo mataron. Nos lo diste vivo en un pesebre y te lo entregamos muerto en una cruz. El dolor se convirtió en esperanza, la esperanza en verdad: ¡está Vivo! Lo viviste diferente, sin tocarlo, sin abrazarlo, sin escuchar su voz, pero lo viviste plenamente resucitado.  Ahora duermes, en la alegría de haberlo dado todo por el Amor, de haber creído, de haberle creído. Duermes con una sonrisa en tu rostro porque lo verás de nuevo, a tu pequeño, a tu predicador, a tu Cristo, a tu Señor. Cuando me toque dormir, Madre mía, tómame d...

QUIERO CONTEMPLAR TU GLORIA

De la profecía de Ezequiel (1, 2-5.24 - 2, 1a) El deseo de contemplar tu Gloria, Señor, va más allá de ser testigo ocular. Contemplar significa ajustar, afinar, emparentar. Contemplar tu Gloria es el deseo que tiene mi corazón de latir al ritmo del tuyo. Necesito saber escuchar los latidos de tu Corazón para lograr verte en mi realidad. Darme cuenta de que tu Gloria impregna cielo y tierra es abrirme a la experiencia de dejarme sorprender por Ti, de tal forma que mis palabras siempre canten las maravillas que haces por nosotros y en nosotros. Soy profeta tuyo, Señor. Déjame contemplarte y compartir lo contemplado con los demás. Fray Pedro

¡BASTA, SEÑOR! ¡QUÍTAME LA VIDA...!

Primer libro de los Reyes 19, 4-8 ¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida…! es el grito que muchos hacemos cuando el dolor nos embargar y no encontramos sentido de vivir, cuando cerramos nuestra sensibilidad a Dios y aseguramos que ya no nos escucha, cuando el tedio de la vida nos hace simplemente recostarnos y entrar en un sueño de desesperanza y oscuridad. ¡No hagas caso de mis palabras, Señor! Pronúnciate desde mi corazón y grita a mi alma: "Levántate, come". Y me levantaré de ese sueño y me alimentaré de ti, de tu amor, de tu consuelo, de tu salvación, para seguir caminando hasta cuarenta días y cuarenta noches, es decir lo necesario, con el fin de llegar al monte donde tú estás y convencerme que tu Ángel nunca me dejó solo. Fray Pedro 

BUSCÁNDOTE EN MI HISTORIA

TE EXPERIMENTO, POR ESO TE CONOZCO Señor, muchos me preguntan por ti. Hoy quiero preguntarme también quién eres para mí. Descubro que esa pregunta no la podría contestar sin revisar tus huellas en mi vida. Tu anhelo fue el que me concibió a través de mis padres y desde siempre me has llevado de la mano. Has vivido conmigo todos esos momentos en los que te sentí tan cerca pero también en los que no fui capaz de percibir tu presencia. Mi vida es una historia "contigo". Sólo siendo consciente de ello puedo decir que te conozco, aunque no plenamente pues soy humano e imperfecto. Pero esto no me detiene para seguir dejando que tus brazos me refugien y pueda sentir tu corazón junto al mío, de tal manera que cada mañana que despierto tengo la oportunidad de re-conocerte un poco más en el amor, la fe y la esperanza que vivo y testifico con mis hermanos. Fray Pedro

ESTAR A SOLAS PARA ORAR

ORAR PARA NO TEMER Y NO DUDAR Mateo 14,22-36 Señor, mi agenda diaria me trae corriendo, no me doy cuenta y los días pasan rápido. Llega la noche y mi cansancio me cierra los ojos tan sólo para recuperarme un poco y volver a despertar preocupado y lleno de tareas. Hoy quiero proponerme subir a un monte para platicar contigo. Sé que cuesta subir pues el camino puede ser pedregoso, con pendientes muy difíciles, con mucha hierba que me obliga a retroceder y buscar otro camino para seguir subiendo, con toda clase de insectos que me incomodan y me quitan las ganas de continuar. Creo conocer ese monte, sí, es mi propio interior: pedregoso de preocupaciones, con pendientes de desaliento, con hierba de dudas y miedos e insectos de baja autoestima. Hoy necesito subirlo, hoy necesito vencerlo pues en la cima (mi interior) te encuentras tú orando. Déjame llegar contigo y orar juntos al Padre para que mis temores y mis dudas no me impidan disfrutar la felicidad del Cielo. Fra...

¡DAME HAMBRE DE TI, SEÑOR!

¿QUÉ HAMBRE QUIERO REALMENTE SACIAR? Juan 6, 24-35 Hoy abro mi corazón desde la sinceridad para pedirte, Señor, que me ayudes a corregir aquello que no me permite vivir en la verdad y ser imagen tuya. Ando murmurando todo y contento en nada, porque tengo ganas de ser saciado de un hambre que, por más que trato,  me deja insatisfecho y sin felicidad. Me doy cuenta, Señor, que muchas veces deseo ser saciado en mi soberbia, en mi egoísmo, en mi odio, en mi rencor. Todo ello causado por no vivir en la verdad y en el amor.  Te busco y te grito que me sacies y no logro entender que de lo que tú me puedes saciar es de amor, de esperanza y de fe. Todos los días haces soplar tu Espíritu para que caiga en mi corazón tu  maná: la paz, la alegría de compartir, la compasión, y no lo aprovecho.  Ayúdame a corregir mi mente y mi espíritu y a renovarme desde dentro para tener hambre de ti. Fray Pedro

SIN FE NO HAY CIELO

¡ÁBREME PARA PODER ESCUCHARTE! Mateo 13, 54-58 Nos cuesta aceptar que muchas veces tenemos una fe muy débil. Nuestra fe depende de lo bien o de lo mal que nos va en la vida, haciendo de aquella un negocio de conveniencia y no una experiencia de confianza en Dios. No se trata de creer porque vea, tenga o sienta; se trata de creerle a pesar de que no vea, no tenga o no sienta. Mi fe debería ser sin condición. Si abriéramos nuestros ojos con un corazón sincero, no sólo veríamos la presencia de Dios en nuestras vidas, sino que escucharíamos su Palabra en nuestro interior. Y si escucháramos al Espíritu más seguido nos convenceríamos del Cielo que podemos vivir todos los días. Fray Pedro

TODOS LOS DÍAS ME REHACES

SIN REPROCHOS TE EMPEÑAS EN MÍ Jeremías 18,1-6 Si pusiera atención en los días que voy dejando en el ayer, encontraría rastros de tus pasos, de tus abrazos, de tu aliento y fortaleza en mi vida. Soy tan frágil que me rompo de inmediato ante el problema, la tristeza, la decepción, la desesperanza y mentiras. Lo bueno es tu presencia, que cuida y sana, para rehacerme desde la ruptura que vivo. Somos creación tuya y nuestro barro sólo en tus manos llegará a ser obra de arte en el amar, en el perdonar y en el ser signo de la felicidad de Dios. Hoy te pido, señor, que tomes mi barro para moldearlo y hacerme dócil a tu inspiración. Fray Pedro

CONÓCETE Y VIVE EL CIELO

DESDE EL CORAZÓN, NO DESDE AFUERA Mateo 13, 44-46 Cuando no comprendo tu Palabra y me cierro a tu amor, hago del Cielo una experiencia lejana e imperceptible. No me doy cuenta que en mi interior has puesto para mí toda la posibilidad de vivirlo y gozarlo. Cuando me rehuso a mirarme con humildad y cuando prefiero voltear hacia afuera dejando mi interior como terreno desconocido, pierdo la oportunidad de descubrirme en la alegría de poseer aquello que tú anhelas para cada uno de nosotros: la felicidad. Ayúdame, Señor, a valorar el conocerme a mí mismo para descubrir en mi interior tu presencia y evitar perder oportunidades de disfrutar el Cielo desde mi corazón. Fray Pedro