Lc 21, 1-4
Señor, sé que a ti no te gustan las limosnas anunciadas y orgullosas que sólo tranquilizan conciencias.
Concédeme tu sabiduría para saber dar lo que realmente significa vida: amor, perdón, verdad, paz, solidaridad, compasión, escucha, aliento, cercanía y presencia. Esto nunca me sobra, siempre lo busco y te lo pido para Vivir de verdad.
Enséñame a dar, Señor, no monedas que tranquilizan mi conciencia, sino la misma Vida que abre el corazón a la fraternidad.
Comentarios
Publicar un comentario