Nadie podría conocerme mejor que Tú, Señor. Mi historia, mis alegrías, mis sentimientos, mis dudas, mis miedos, mis sombras. Soy un anhelo tuyo desde que mi ser se conformaba en el vientre de mi madre.
Hoy giro mi mirada al camino que he recorrido y reconozco lo maravilloso que has sido conmigo. ¡Cuánta fe has tenido en mí, Señor! Pero también reconozco en mi vida aquello que ensombrece el amoroso anhelo que tienes para mí.
Hoy te pido, Señor, que renueves tu Luz en todo mi ser y me concedas ser luz para mis hermanos. Renueva mis fuerzas para anunciarte con una vida coherente, entera, sin mediocridad y en la libertad, resultado de vivir en la verdad. Así como lo hizo Juan el Bautista, en la esperanza, en la fe, en la humildad y en un celo por predicar con mi vida el Reino de tu Padre.
Fr. Pedro
Hermoso!❤
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